jueves, 2 de abril de 2020


JUAN LÓPEZ Y JOHN WARD

"Les tocó en suerte una época extraña.
El planeta había sido parcelado en distintos países, cada uno provisto de lealtades, de queridas memorias, de un pasado sin duda heroico, de derechos, de agravios, de una mitología peculiar, de próceres de bronce, de aniversarios, de demagogos y de símbolos. Esa división, cara a los cartógrafos, auspiciaba las guerras.
López había nacido en la ciudad junto al río inmóvil; Ward, en las afueras de la ciudad por la que caminó Father Brown. Había estudiado castellano para leer el Quijote.
El otro profesaba el amor de Conrad, que le había sido revelado en una aula de la calle Viamonte.
Hubieran sido amigos, pero se vieron una sola vez cara a cara, en unas islas demasiado famosas, y cada uno de los dos fue Caín, y cada uno, Abel.
Los enterraron juntos. La nieve y la corrupción los conocen.
El hecho que refiero pasó en un tiempo que no podemos entender."
J. L. Borges

Borges escribió Juan López y John Ward un par de meses después de terminada la guerra de Malvinas. Fue publicado en periódicos tanto en la Argentina como en Gran Bretaña. Fueron meses de dolor para Borges, que no rehusaba de su identidad argentina pero abrazaba desde pequeño la cultura británica. Gracias a su abuela paterna, dominaba el inglés a la perfección. Al punto que él reconocía que la mayor parte de sus lecturas habían sido en esa lengua: “La mayoría de los libros me ha llegado en lengua inglesa, y estoy profundamente agradecido por ese privilegio”, dijo en una de sus históricas conferencias en la Universidad de Harvard.

Ese respeto y conocimiento de la cultura anglosajona, que tanto deja trascender en su obra, le costó varias críticas en tiempos de antagonismos. Pero nunca lo políticamente correcto fue un problema para Borges. 
En Juan López y John Ward Borges emplea sólo 345 palabras. Las enuncia con dolor y respeto. “Yo creo que la poesía nace sobre todo del dolor”, aseguró.

En Juan López y John Ward leemos un relato concebido desde el dolor de un hombre que cree en la fraternidad de los hombres, y cuántas coincidencias pueden tener por sobre las diferencias y la guerra...

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